Hace dos semanas llegó por fin la largamente esperada adaptación televisiva de una saga literaria de culto: Canción de hielo y fuego, parte 1 (Juego de tronos).
Conocí esta saga a través de mi amiga la-que-no-puede-ser-nombrada-que-le-da-algo, quien después de leerse dos ya era hiperfan (aunque ella lo niegue), y por curiosidad me lancé con el primero. Me gustó mucho, aunque decidí no continuar porque el autor aún no ha publicado todos los libros previstos (este año sale el 5º y tiene que haber 7) y la historia de cada uno es de todo menos autoconclusiva. Claro que dada mi adicción y las noticias que iban surgiendo sobre la serie (como la participación de Sean Bean) darle una oportunidad se iba haciendo cada vez más obligatorio.
Finalmente, el día previsto para el estreno llegó y se cumplieron todas mis expectativas: el reparto, de lujo; la producción, impecable; la adaptación, fidelísima. Mención aparte la banda sonora y una secuencia de entrada que ya se ha hecho mítica:
El lunes se emitió el segundo episodio y por el momento las cosas siguen igual de bien, aunque la verdad sea dicha, hay algún elemento que me ha chirriado un poco: la actitud de un personaje (Catelyn) sobre un hecho concreto es totalmente opuesta a la de la novela, seguramente para dramatizar más las consecuencias; luego, un personaje que me caía muy bien (Jon) se me está atragantando y creo que la culpa es del actor que lo encarna, que me parece que confunde "inseguridad" con "hosquedad".
Ahora, después de haberme convencido de que la voy a ver, creo que haré un alto en el camino porque el 9 de mayo se estrena en español y, como ya sé cómo sigue la historia, puedo esperar para verla en el idioma de Cervantes, que es como más me gustan las series.
1 comentario:
Umm pues a ver si me convence, aunque me vi la segunda temporada de V y me ha gustado así que no creo que me de problemas...
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