miércoles, 29 de agosto de 2012

Introducción a la Computación Cuántica

Voy a publicar en elkorcho por entregas y bajo Creative Commons, un trabajo que hice en 2011 para la universidad con dos compañeros mas, sobre Computación Cuántica, y para el que tuve que aprender lo básico de física cuántica. Quede tan maravillado con el tema y lleno de inquietudes cósmicas, que creo conveniente compartirlo con todos, y quien sabe, a lo mejor al igual que yo, alguien aprende algo que no sabía:



En la actualidad, a medida que evoluciona la tecnología aumenta la escala de integración: más transistores en menor espacio, lo que implica microchips más pequeños que, a su vez, se traduce en mayor velocidad de proceso. Basada en esta realidad, la Ley de Moore, que es más bien una observación empírica que una ley, estableció que cada dieciocho meses (y posteriormente se modificó a cada veinticuatro) se duplica el número de transistores contenidos en un circuito integrado (los chips dividen por dos su tamaño, al tiempo que duplican su capacidad).

Pero Moore igualmente vaticinó que llegará un punto en el que sencillamente no sea posible que se siga cumpliendo por problemas de espacio, ya que hay un límite atómico para el tamaño de un transistor.  También predice que la tecnología actual habrá de ser sustituida por otro paradigma diferente que permita seguir progresando de manera similar.

Actualmente se están desarrollando transistores de 28 nanómetros, pero el problema radica en que por cada transistor y sus interconexiones tienen que circular electrones, y estos se comportan como partículas cuánticas, y si los canales por los que viajan no son lo suficientemente grandes, tienden a su comportamiento como ondas y saltan de un canal a otro, corrompiendo la información (efecto túnel).

Por otro lado, recordando a grosso modo cómo funciona la computación digital, nuestros ordenadores permiten el paso de la corriente eléctrica  o, por el contrario, la interrumpen. Traducido a un lenguaje más manejable para los humanos, estos dos estados (encendido y apagado) se corresponden con dos valores posibles, 1 y 0, que determinan, además, la cantidad de información mínima con que trabaja un ordenador. A esto le llamamos bit. Si, por ejemplo, utilizamos tres bits para almacenar información, y dado que cada bit sólo puede tomar un único valor en un momento determinado (o es 0 o es 1), contemplando todas las posibles combinaciones de esos tres bits podemos representar como máximo  ocho valores distintos. ¡Esto ya lo sabíamos!

Pero, ¿qué pasaría si nuestro pequeño almacén de información pudiera tomar simultáneamente varios valores distintos? ¿Y si nuestro bit pudiera valer 0, 1 y combinaciones de estos a la vez?..... Pues que estaríamos ante un nuevo concepto de computación.


miércoles, 22 de agosto de 2012

Rehab - Rehabilitación

Ya ha pasado más de la mitad del verano, de hecho solo me quedan 3 o 4 fines de semana libres antes de volver a clase (y sumirme de nuevo en una espiral de trabajo+estudios+no dormir+no divertirse durante los siguientes 9 meses), y aunque no he parado de trabajar, las 4 o 5 semanas con jornada intensiva se han agradecido.

Y es que estar en casa a las 17 de la tarde es una gozada, pese a que he tenido que ponerme al día con los gadgets, las actualizaciones y los ordenadores y no lo he disfrutado tanto como quería, ha sido genial.

Ya he recuperado 4 kilos, y he cambiado mi rutina de ejercicio diario para trabajar tanto piernas como brazos, e intentare mantenerla durante las clases para luchar contra la inactividad física de los informáticos y el tiempo que no perdona (que en unos meses me caen los 30...).


 
Por fin he conseguido quedar con mis nenas de conteos, y a parte de estar todas maravillosamente guapas, nos pusimos al día de las penas y alegrías (por desgracia más penas que alegrías), y lo pase muy bien.

He completado una frikimeta que tenía pendiente desde hace varios años. Gracias a mi Súper Fricolega Alfa Cristian, y a que en los últimos años han doblado todas las que faltaban, hemos podido realizar un marathon completo (en 3 domingos) de todas las películas de animación del estudio Ghibli. Y ha sido maravilloso. Algunas súper sorpresas como Ponyo, otras sorprendentemente bonitas como Recuerdos del ayer, Susurros del Corazón, Mi vecino Totoro o las mas normales pero buenas de Arrietty, Porco Rosso, Nikki la aprendiz de bruja, y los mega peliculones de La Princesa Mononoke, El Castillo Ambulante, el Viaje de Chihiro, el Castillo en el Cielo o Nausicaa del valle del viento. Ha sido glorioso, genial y digno de mención y recuerdo. Tardaremos unos cuantos años, demasiados en poder volver a ingerir 5 películas nuevas en castellano del mágico estudio Ghibli...

Por fin hemos conseguido terminar el Project Zero IV para Wii, que nos quedo a medias desde el año pasado, y aunque se nos hizo un poco tedioso, tuvo un buen final y dejo buen gusto. Empezamos el Silent Hill Downpour, iremos por más de la mitad, y pese a sus problemas de framerate, sus poco variados enemigos y su ausencia de videos, nos está gustando bastante, tiene mucha exploración, muchas misiones secundarias, la historia aparenta estar muy bien y la vas descubriendo poco a poco según lo mucho que quieras investigar y leer (cosa que me encanta) y por el momento va genial. Espero que en las 3 sesiones que nos quedan podamos acabarlo porque no quisiera dejarlo colgado durante 9 meses...

Sin pensar mucho en la factura del aire acondicionado o los carísimos arreglos del coche, seguiremos aprovechando el tiempo que nos quede, para coger con fuerzas otro año de universidad y extrañas asignaturas relámpago.

¡Id por la sombra!