viernes, 23 de septiembre de 2011

El Traductor Universitario


Esta vez estaba en casa de mis abuelos, en el pueblo, aunque solo aparecía mi abuela Remedios que aun vivía.

Estábamos en el patio y por confuso que resultase era donde se iba a impartir mi primera clase en la universidad. Solo había algunos muchachos, a mi parecer demasiado jóvenes para ir a la universidad, y cuando entré y me senté, uno de ellos me reconoció como el traductor de Final Fantasy VI al español (proyecto en el que llevo en la vida real trabajando 9 meses) y me preguntó, dado que yo sabía tanto de FFVI, si se me ocurría una tracucción alternativa para el nombre del personaje Celes. Completamente alagado y haciendo un esfuerzo supino por no tener un accidente probocado por la explosión de placer en mi ego, le conteste que Celeste o Keles, eran traducciones aceptables, y quedó satisfecho.

De repente mi tensión y mis miedos se disiparon y de nuevo tuve esa sensación de que eran jóvenes y les podía ayudar a convertirse en grandes frikis, podría enseñarles cosas. Una sensacional similiar a la que en la realidad tuve cuando curse mis estudios de Desarrollo de Aplicaciones con todos esos muchachos de 19 años y sus frescas y receptivas mentes ansiosas de subcultura (y si, me estoy refiriendo sobre todo a mi amigo Cristian, hehe).

Y es que no hay como sentirse útil para sentirse pleno. Seguimos esperando a que llegase el reso de la gente y el profesor, pero desperté a las 8 y supe que ya era hora de empezar el día, no podía continuar pidiéndole mas créditos a la dama Nicte ni al señor Morfeo, pero con la convicción de que tenía que dejar constancia por escrito de lo sucedido, para no olvidarlo.


Y tiene gracia por que el mismo jueves por la noche, trabajando en la traducción del FFVI, llegue a la parte del re-reclutamiento de Setzer, y en la traducción del original japones de SkyRender que estoy utilizando desde el párrafo 2000 como guía principal en lugar de la traducción original de Ted Woolsey, descubrí que el hablaba de sus sueños y esperanzas perdidos por lo sucedido al mundo, y Celes en concreto le convencía para seguir creyendo en esos sueños y cambiar el ruinoso mundo en el que ahora nadie tenía nada, para que pudieran seguir persiguiendo esos sueños, ya que era lo único que les quedaba.









Tener sueños y esperanzas, perseguirlos, trabajar y luchar por conseguirlos o hacerlos realidad es algo que tenemos y lo único que nadie nos puede quitar, y desde luego es la única manera de llevar una vida plena y no malgastarla lamentándonos y hundidos en la pena y la desesperación.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

El Capitán America contra Galactus


En el segundo sueño, al principio en un mundo de dibujos animados, yo encarnaba al Capitán América, y también estaba en un lugar que creo que era Coslada, cerca de donde me crie. Era de noche y no recuerdo por que pero había mucha gente en la calle, como si fueran las fiestas locales o algo similar, pero el caso es que yo llevaba el traje y el escudo del Capitán, y de repente, una de las personas de entre la multitud, comenzaba a aumentar su tamaño y se revelo como Galactus, el devorador de mundos.

Al principio fui a luchar contra el pero no paraba de crecer, y cuando supe que era imposible vencerle dijo que su objetivo era engullirme a mi. La gente enloquecida de pánico corría en todas direcciones, y comencé a alejarme tan rápido como podía de el. Llegue a la estación de Renfe y dentro fui atacado por Magneto (por desgracia en el sueño mi escudo era magnetizable), pero pronto vino Spiderman en mi ayuda. Magneto quería ofrecerme a Galactus para que este se fuera y dejara la tierra en paz, y mi amigo y compañero vengador Spiderman, quería buscar otra solución para vencer al gigante cosmico.

A partir de este punto ya no eramos dibujos animados si no personas reales en el mundo real. A lo lejos se oía al ejercito y a otros superheroes luchando contra Galactus, y frenando su avance, pero de repente apareció el simbionte Venom sin anfitrión y aun asemejándose a Spiderman, no recuerdo como o por qué pero Magneto se fue y Spiderman se quedó luchando contra Venom, no cuerpo a cuerpo, si no permitiendole volver a unirse a él, pero negándole el control. El caso es que me dijo que corriera y lo vi claro.

Seguí con mi vergonzosa huida táctica y por primera vez utilizé las habilidades atléticas, gimnasticas y acrobáticas que el suero del super soldado garantizó al Capitán para subir a lo alto del edificio desde donde pude encarar a Galactus. No recuerdo el resto, no se si peleamos, hablamos o como sucedió, pero el caso es que Galactus se fue de la tierra sin comerme, y todo el ejercito y la gente comenzo a vitorearme y a alabarme.

La sensacion era genial, pero la verdad es que solo recuerdo huir y recibir vitores, no fue muy heróico por mi parte. Estando en plena celebración, como si de una película se tratase, comenzaron a aparecer los creditos con el típico resumen por escenas de lo que fue mi vida y mis aventuras a partir de entonces, de nuevo en forma de dibujos animados. Me vi luchando en guerras, enfrentandome de nuevo a Galactus con los Cuatro Fantásticos, deteniendo una bomba radioactiva que preparó un loco cuya radiación absorbí en parte y me produjo nuevas habilidades que no llegue a mostrar, con una compañera/love interest derrocando un gobierno tirano que esclavizaba a su pueblo, lo típico, y al terminar me sentía con tal plenitud y tal placer que no paraba de recomendar a mis amigos ver esta película de animación sobre el Capi por que era simplemente genial.


Me desperté de nuevo pleno de felicidad y sin dar crédito a haber tenido dos sueños en una misma noche. Mire la hora y eran cerca de las siete de la mañana. Pensé, "Aún me queda media hora, no espera, retrase la alarma ayer por que estaba cansado, me queda hora y media de descanso", y dude entre levantarme y aprobechar para hacer cosas, dado que la noche había sido mas de lo que le podia pedir, o descansar otro rato, sabiendo que tengo el domingo ocupado, y el lunes tengo que ir a trabajar, ir a la universidad, y tengo un nuevo-viejo compañero. Contra toda lógica decidí dormir otra vez y de nuevo fui obsequiado con un breve pero agradable sueño.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Rascacielos Prisión

En el primer sueño, yo era mi misma persona (muchas veces sueño que soy otro ser), y estaba encerrado en una especie de lujoso rascacielos, del que constantemente intentaba salir pero no había manera.

Dentro del edificio, empece a recorrer todo lo que pude para salir y tenia la sensación de no pertenecer ahí, como si me hubiera colado o me hubieran encerrado, pero el caso es que era muy incomodo. Sin embargo me movía con libertad, intentando que no me vieran, y al poco en una especie de teatro me junte con mas personas en mi misma situación. Entre ellas había un niño pequeño que no me despertaba mas que compasión y pena. Lo lleve conmigo un tiempo para que no le pasara nada hasta que me di cuenta de que los demás ya habían escapado y no sabia por donde o como. Mas tarde caí en la cuenta de que el muchacho llevaba mucho tiempo muerto y era un fantasma momento en el que dejo de aparecer.

Cada vez mas desesperado conseguí acceder a unos ascensores, pero eran automáticos, y no podía decidir a donde quería que me llevasen. Tengo que decir que no me gustan mucho los ascensores, prefiero las escaleras, hacer algo de ejercicio y controlar tu movimiento, antes de encerrarte en una jaula metálica colgando de una cuerda y moviéndose por un túnel, pero no les tengo pánico, es solo que prefiero las escaleras.

El caso fue que el ascensor me paraba en plantas en las que había guardias y tenia que evitar que me vieran. Creo que el ascensor oscilaba o algo por el estilo por que recuerdo una angustiante sensación de vértigo constante. Finalmente llegue a una planta muy alta, muy muy alta, podría se un piso 100, por que pese a que no tengo especial miedo a las alturas, si es cierto que algo de vértigo si que me producen, y en el sueño estaba muy amplificado.

En esta planta, en la que solo había unos 5 metros cuadrados de suelo, ninguna pared, un techo bajo y el suelo estaba compuesto por placas metálicas móviles que subían o bajaban, luche por no caerme y pese a que cada vez la situación se ponía peor y ya no conseguía entrar de nuevo en el ascensor, para mi sorpresa apareció una antigua compañera de mis años en Carrefour, Lorena de Jardín (a la que no veo desde hará mas de 6 años, así son los sueños, que revuelven en tu memoria y hacen como mi abuelo, batidora). Ella era algo así como la encargada de mantenimiento y limpieza de los ascensores y era la única que podía manipularlos. Pese a estar en una situación altamente desafiante para la vida humana, ella estaba acostumbrada y no solo no se caía por las partes del suelo móviles si no que parecía saber el patrón de movimiento que tenían, y los manejaba con soltura. Sin hacerme mucho caso, se apiado de mi, y me ayudo a entrar en el ascensor, al que ordeno subir a la planta final, y cuando con su ayuda entre y al poco se volvieron a abrir las puertas, descubrí que estaba en la superficie, al nivel del suelo, así que el rascacielos de 100 plantas era subterráneo. Esto me perturbo bastante, pero sin vacilar un instante empece a correr y descubrí que estaba literalmente en Coslada, donde solía jugar de pequeño, zona que ahora es el recinto ferial, en breve sera un corte ingles y casi justo donde trabajo actualmente. Pero en el sueño aun no había nada de esto, y al igual que en mi infancia era todo campo, solo que ademas había pequeñas montañas de terreno, que era donde me encontraba.

Comencé a recorrerlas, escalando en ocasiones por que eran muy escarpadas y de repente supe que había algo persiguiéndome, algo del tamaño de una persona pero no humano, que se desplazaba a cuatro patas. Empezaba a oscurecer y arete el paso dirigiéndome a la ciudad, pero con una satisfacción enorme por haber conseguido escapar del edificio, y con la seguridad de que sin importar como iba a conseguir regresar a casa.

Y justo entonces me desperté, a las 4 de la mañana emocionado y orgulloso, y con la alegría de haber tenido un sueño extraño, claustrofóbico, tenso y, todo hay que decirlo, lleno de aventuras, por primera vez en mucho tiempo. Y como era todavía mitad de la noche, dormí de nuevo y para mi sorpresa Morfeo me obsequió con otra ensoñación mas.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Sueños y Esperanzas

Me encanta soñar.

Figurada y literalmente, es una de las cosas que mas me gusta hacer, por que el mundo real me repugna a tal nivel que prácticamente cualquier cosa que no sea tal me parece mejor.

En mis sueños, casi siempre tengo super poderes, de cualquier tipo, o soy un maestro mago, incluso en las pesadillas. Me gustan especialmente las pesadillas por que son muy intensas, y suelen ser donde tengo los poderes mas fuertes. Ondas vitales, super fuerza, tele-transporte, manipulación de la realidad o del tiempo,  suelen aparecer garantizándome unos ratos geniales y unas batallas épicas e intensas.

Últimamente casi nunca sueño dormido, no se si por que duermo muy pocas horas, por que estoy siempre activo y lo olvido o algún otro motivo, pero es algo que no me gusta nada. Sin embargo hoy he tenido dos sueños bastante buenos y vividos y quiero escribirlos para no olvidarlos.

Los publicare de manera escalonada porque son mucho para un único post.