De humanos e hijos de puta

El otro día, jugando con el Team Silent a Parasite Eve, encontré familiar una situación que se da en el juego entre la protagonista, Aya, y uno de los villanos. Éste, moribundo, le preguntaba por qué se quedaba con él y ella le respondía "soy humana". Me fue familiar porque hace unas semanas vi la misma situación en la serie Vampire Diaries. Nuevamente la protagonista (en este caso Elena) se queda junto a una moribunda y ella le hace la misma pregunta, obteniendo idéntica respuesta. Cuántas veces lo hemos oído ¿no?

Porque soy humano.

Resulta curioso que la gente utilice esa frase como respuesta automática ante algo así, como si el ser humano, por el hecho de serlo, fuera compasivo y bondadoso por naturaleza. La esperanza máxima de la creación. Es en ese momento cuando yo les mandaría, por ejemplo a esos guionistas, la noticia que a mí esta mañana me ha jodido el día por completo. Algo que no voy a explicar y de lo que sólo diré que tiene que ver con un cachorrito de dos meses y un vídeo.

Cuando uno lee ese tipo de cosas, y muchas más relacionadas con seres igual de inocentes e indefensos, sólo puede preguntarse en qué momento cree la gente en general que estos desalmados dejan de ser humanos. Porque sí, señoras y señores, siento decirlo, pero estos también son humanos. Algunos se negarán a oírlo y la mayoría lo que hará será denominarlos "bestias". Se olvidan convenientemente de que si la compasión le está negada a los irracionales, la crueldad también. 

Pero eso sería dejar de creernos la especie elegida. No hay humanos que no merecen serlo, en realidad la expresión es otra. Por eso yo, si alguna vez me encuentro en la situación de Aya y Elena, sólo podría responder: 

Porque no soy una hija de puta.