Son las 1:44 a.m. del sábado y tras 4 placenteras horas de viaje en tren leyendo RING SPIRAL; RING BIRTHDAY y Tokyo Babylon tomos 1 y 2, y una hora de autobús, he llegado a Campello una pequeña ciudad en la costa de Alicante de la que procede la Familia de mi amigo y compañero Borja.
Increíble pero cierto, yo de puente en la playa. Una noticia extraña que acaba con una semana horrible. Una semana de trabajo en la que he hecho de todo menos trabajar, y una semana de clases dobles de autoescuela en la que he hecho de todo menos aprender.
Al menos tengo 48 horas enteras para descansar y para relajarme, para olvidar los problemas que no consigo arreglar y para obviar los errores que no consigo subsanar. Ya casi he asimilado que el martes suspenderé el examen de conducir, pero no podría sucederme en condiciones peores. Si tengo suerte y suena la flauta aprobare, si no, me la dejo para septiembre.
Estoy agotado, emocionalmente y físicamente. Llevo toda la semana durmiendo poco y mal y con un horrible y persistente dolor de tripa que me preocupa, y no soy un hipocondríaco, pero afortunadamente nunca me duele ni la tripa ni la cabeza ni nada. Y para colmo me tiene que pasar justo cuando tengo 2 viajes únicos y mi examen de conducir. Tendré que ir al medico si no se me pasa, porque a China tengo que llegar en perfectas condiciones.
Así que aquí estoy en la casa de la familia de mi amigo Borja, molido como su hijo Nico y temeroso de volver a la realidad, por que no se si quiero afrontarla.
Ya he visto el final de la tercera temporada de House y de Anatomía de Grey. En House fue un poco de esperar pero no obstante bastante inquietante con respecto al futuro de la serie. Sin embargo en Anatomía de Grey fue no solo sorprendente si no rotundo. Muchísimos cambios de personal, de actores y de tramas para la cuarta temporada. Los mejores el tema Berk y la nueva Grey.
Seguiremos informando.
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