sábado, 8 de agosto de 2009

Tercera parte, continúan las andanzas de Failure por China

Hoy ha sido un día de altibajos. Me desperté de repente a las 5.00 am con una emergencia intestinal y tras solucionarla me volví a acostar pero a las 6.05 se repitió el suceso. Llamaron para despertarnos a las 6.30 pero yo ya llevaba consciente más de una hora. Por otro lado y pese a que el guía con el que comparto habitación ronca un poco, he descansado mucho.

Fuimos a desayunar al buffet libre de desayunos de hotel, y tras descubrir que el zumo de grapejuice es muy amargo, nos llevaron a una fabrica de jade en la que no pudimos comprar prácticamente nada por sus privativos precios pero en la que Mónica se gasto más de trescientos euros, y después nos llevaron a una fabrica de medicamentos chinos y nos hicieron unas divertidas pero confusas explicaciones de sus parches, pomadas y lociones. Tampoco pudimos comprar nada pero Mónica se gasto más de doscientos euros. Estaba disfrutando como una niña pequeña en una juguetería, pero para nosotros no fue gran cosa.

Después nos llevaron a la Muralla China, en la misma zona turística que estuvimos en el 2007, pero subimos por otra entrada que además era mucho mas corta y sólo tuvimos una hora y media, que supo a muy poco. Me costó bastante más subir los escalones que hace dos años, esto de la inactividad física total de los estudios de informática es letal, y encima se me han quemado la piel de la nuca, frente y nariz, porque de la nube-niebla de ayer ya no queda ni el recuerdo y el sol es implacable. Ahora voy como un guiri en condiciones, incluso a veces me paran los chinos para hacerse fotos conmigo, y es muy divertido, pero no sé que es lo que me verán que les llame la atención, por que voy vestido y peinado muy normalito y ni siquiera soy muy alto, pero es genial.

Después nos llevaron a comer al restaurante que hay en la tumba del XIII Emperador Ming que ya vimos en 2007 y que está genial, pero después de un atracón de verduras, o según ellos, comida de pobres, íbamos a entrar pero por algún motivo que desconozco, los guías nos dicen que no vamos a entrar, que nos vamos y que les diéramos veinte euros para no sé qué. En este punto, sumada la decepción de ir hasta la tumba, que es un gran complejo de jardines y templos, y no entrar, las frustrantes compras de la mañana y la falta de un itinerario o de cualquier tipo de información, en general todos pero en especial Oscar se cabreó hasta que una muchacha de nuestro grupo nos empezó a traducir cosas que decían los guías y a describirnos la finalidad de los veinte euros y el itinerario.

Más calmados llegamos a una gran puerta de una antigua muralla donde nos hicimos unas fotos y vimos unos cuadros al óleo semi-abstractos. después nos llevaron a una calle frente a un gran río y allí montamos en estos carros tirados por chinos y nos dieron un paseo por el casco antiguo de Pekín y nos contaron algunas historias. Después de la experiencia, nos llevaron a un teatro a ver un alucinante y divertido espectáculo en tercera fila zona VIP de acrobacias y magia que fue impactante, divertido y en general alucinante.

Tras esta hora de impactante actuación nos llevaron a cenar, y de nuevo atracón brutal de comida. Alguien le ha dicho a los guías que no como carne y ahora me traen cada vez a mi dos platos más sólo de verduras. Es horrible porque como hasta reventar y aun así se quedan siempre más de la mitad de toda la mesa de comida sin comer...

Por ultimo nos han enseñado por la avenida principal desde el autobús, los edificios del gobierno y nos han parado 15 minutos en una calle, The Place, que tenía como techo una superpantalla muy luminosa colgante en la que se proyectaba un video muy bonito, y debajo los niños jugaba con unos hipnóticos globos-frisbee y una gran cantidad de personas contemplaba una exhibición-competición de bailarines chinos bailando salsa.

Justo al retomar nuestra marcha José y yo vimos por la ventanilla al que los dos reconocimos inequívocamente como Finando Sucre, nuestro guía del 2007, y en cuanto tenga acceso a Internet (en el hotel es de pago y muy cara un euro = 10 minutos] le preguntaré si era él. Es una auténtica lástima estar tan cerca y no poder quedar con él tranquilamente.

Nos llevaron a las 21.00 de vuelta al hotel, y tras descubrir que ocho de mis diez pilas recargables no funcionan, pasarle mis fotos y videos a José y darme una completa, relajante y buena ducha, me he liado con este informe del día.

Mañana aun más, y espero que mas constante para que sea mejor.

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