Suele pasar que es después de un desastre cuando todo el mundo empieza a tomar medidas. Es el caso del caos valenciano que cientos de desgraciados tuvimos el "privilegio" de protagonizar la noche del último concierto de Héroes del Silencio (comentado aquí ya por el General). Y es que, por lo visto, a nadie se le ocurrió que pudiera pasar algo así. Total, sólo eran 100.000 entradas vendidas para un sitio donde sólo cabían 80.000 personas (inventamos el overbooking en conciertos, otro triunfo más). Que sólo había un acceso por carretera. Que el escenario se "comió" parte de los aparcamientos. Que no hubo nadie dirigiendo los coches hasta bien entrada la noche. Vamos, imprevisible que se pudiera formar allí un atasco. Por eso sorprendió a tanta gente, que de repente ha pensado "anda, pues quién lo iba a decir, pero bueno... habrá que hacer algo". Así que aquí entra el ayuntamiento. La noticia es que cambian la normativa de espectáculos para que las puertas se abran antes, según el aforo del recinto:
http://www.20minutos.es/noticia/322925/0/cambian/normativa/heroes/
Lástima que esto ya me la traiga floja. Está muy bien que quieran solucionar problemas para el futuro, pero a nosotros eso ya no nos arregla nada. Ni el dinero gastado, ni la ilusión perdida, ni el cabreo monumental que nos llevamos a casa. Y todo lo que tenían que haber hecho (antes, no ahora) era prever que allí se iba a juntar mucha gente. Pero por lo visto nadie contó con eso.
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