Título original: Rurouni Kenshin, Meiji Kenkaku Romantan
Autor: Nobuhiro Watsuki
Demografía: shonen
Hitokiri Battousai fue un asesino al servicio de los rebeldes durante el fin de la Era Tokugawa, que se convirtió en legendario por su infalibilidad y desapareció tras la caída del shogun, llevándose consigo el título del espadachín más hábil de todo Japón. Kenshin Himura, diez años después, es aquel mismo espadachín ahora convertido en vagabundo, y lleva todo ese tiempo viajando sin rumbo en busca de algo que todavía no conoce, con una única y firme promesa a sus espaldas: no volver a matar jamás. Para asegurarse de ello sólo se permite blandir su sakabatou, una particular katana con el filo invertido, y es esta espada la que convence a la joven Kaoru Kamiya de que aquel misterioso pelirrojo con la cara marcada no es el asesino que ella persigue...
Obra nacida en 1994, Rurouni Kenshin llegó a nuestro país como suele ser habitual: a través de su adaptación al anime. Una adaptación bastante pobre especialmente en su tercera parte (que se va a un universo paralelo), pero una maravilla comparada con la absurda conclusión que se sacaron de la manga en formato OVA, la cual echa por la borda todo el espíritu de la historia y se carga directamente la esencia de los personaje principales.
Afortunadamente los seguidores españoles del mejor espadachín de Japón no tuvimos que conformarnos con aquello, pues gracias a la editorial Glénat también nos llegó lo que verdaderamente importa: el manga. Manga que, por cierto, salvó de la quiebra a dicha editorial. Está compuesto de 255 capítulos, recopilados originalmente en 28 volúmenes y más tarde en 22, en la edición de lujo.
Rurouni Kenshin es una obra cargada de elementos que la hacen diferente de la mayoría de los shonen. Para empezar, es casi un tratado de la transición entre el fin de la larga edad media japonesa y el comienzo de su edad moderna. El autor proporciona muchos datos históricos e incluye personajes reales para dar vida y trasfondo a un imaginario personaje clave en la victoria de los rebeldes, ahora alejado de todo lo que tenga que ver con el gobierno pero cuyo pasado no le abandonará hasta la última página.
En realidad, el pasado es casi un protagonista más en esta historia, pues todos los personajes están definidos por el suyo propio y afrontan su presente con incertidumbre y mucho equipaje emocional, consiguiendo que la empatía con todos –aliados y enemigos– sea casi instantánea e impregnando la historia de sentimientos de todas las clases. Todo esto sin que la acción de los combates quede jamás en segundo plano, lo cual consigue mantenernos en vilo en cada una de las tres sagas que componen la obra completa.
Otro de los elementos que hacen distinta a esta obra es su protagonista. Kenshin es un héroe para unos y un villano para otros. Un asesino despiadado con una habilidad para el combate casi perfecta y virtualmente invencible, que sin embargo tiene un carácter amable, humilde y sumiso, que no se altera nunca a menos que alguien amenace a algún ser indefenso, sus amigos y especialmente Kaoru, la mujer de la que se descubrirá enamorado. Es este peculiar carácter el que, enfrentado al del resto de personajes, constituye la principal fuente de situaciones cómicas que ayudan a relajar la carga dramática y hacen del manga una lectura divertida a la par que emocionante.
El dibujo es estilizado, ligeramente angular y con mucho movimiento en las escenas de combate. Destaco la expresión que el autor imprime a los rostros a través de los ojos, especialmente cuando retrata a Kenshin: redondeados y de líneas suaves si es el dulce y tranquilo vagabundo, rectos y duros si es el despiadado hitokiri.
Lo mejor
Los personajes: principales, secundarios y antagonistas, por las razones que ya he dicho.
La duración es perfecta: ni muy larga ni corta, no se hace repetitiva ni pesada y cada saga contribuye al desarrollo y evolución de los personajes.
Lo peor
La historia de amor es bonita, pero como en casi todos los shonen está tratada muy por encima y tiene una resolución sobreentendida, con salto en el tiempo incluido, que sabe a poco.
Algunos personajes no tienen una conclusión clara, como Sanosuke, Aoshi, Misao... No habría estado mal un capítulo extra con finales dignos para ellos también.
Conclusión
Rurouni Kenshin es un manga de lectura obligada para aficionados y un gran comienzo para neófitos, con momentos para reír, para llorar y para morderse las uñas. Una verdadera delicia y, sin ninguna duda, mejor elección que el anime.
Mi puntuación: 9
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