domingo, 27 de abril de 2008

Ya van tres...

Sí, creo que con esta ya son tres las veces que me he tenido que comer mis palabras. Probablemente haya alguna más, pero tampoco soy tan humilde como para admitirlo. Estoy hablando de una situación de esas donde opinas de algo con una seguridad absoluta, generalmente en negativo, y te entra el complejo de superioridad hacia los pobres mortales que no han abierto los ojos ante lo que para ti está tan claro...

No, no estoy hablando de política. De religión tampoco. ¿De qué va este blog, por el amor de Santa Wikipedia? Estoy hablando de algo mucho más profundo que todas esas cosas... ¡Una serie!

Como decía, este debe ser el tercero de mis más sonados casos de "ahora vas y lo cascas". El primero fue allá por el 2001, la serie era Pretender y la descubrí por las madrugadas de Antena 3. Vi tres segundos del primer episodio e inmediatamente la taché de mi lista. Un par de meses después no sólo estaba tan enganchada que hasta acosaba a cartas a Antena 3 cada vez que la retiraban, sino que nació esta friki de las series que ahora soy y que se dedica a acumularlas como una madre de familia latas en tiempos de guerra. El segundo caso, Alias. Bueno, sin comentarios, porque todavía me da demasiada vergüenza. Y ahora... tatachán tatachán... SOBRENATURAL.

Hala, tres párrafos para llegar a donde quería llegar. Voy mejorando.

Sobrenatural narra la historia de dos hermanos, Dean y Sam Winchester, que ostentan la noble profesión de cazadores de criaturas malignas, ya sean fantasmas, demonios o cualquier cosa que tenga por hobby manchar de sangre humana el suelo o las paredes de cualquier lugar de EE.UU. Es algo que han hecho toda su vida, entrenados por su padre, quien a raíz de la muerte en extrañas (extrañísimas) circunstancias de su esposa se dedicó combatir "la oscuridad". Hasta que un día desaparece sin explicación y sus hijos emprenden su búsqueda. En ese punto empieza la serie.

La estructura es de las que a mí me gustan, es decir, con episodios autoconclusivos pero siguiendo una trama más amplia que no se hace eterna. En este caso, la búsqueda del padre lleva a la búsqueda de lo que mató a la madre, y esto a su vez, a algo mucho más grande, que al final está conectado con el momento en que empezó todo, es decir, la noche en que la madre de Dean y Sam murió. ¿Qué decir de ellos dos? Por supuesto, que ambos hermanos son muy diferentes entre sí.

Dean, que es el mayor, presenció la muerte de su madre y sacó a su hermano, entonces un bebé, de su casa en llamas. Está totalmente entregado al oficio, sigue a rajatabla las órdenes de su padre y su principal prioridad es proteger a Sam. Por otro lado, es el más despreocupado de los dos. Vive el presente, intenta divertirse siempre que puede y esconde sus emociones tras un particular sentido del humor.

Sam, por su parte, odia la tarea que su familia lleva a cabo. Cuando su madre murió era demasiado pequeño para enterarse de nada, así que no tiene la misma visión de lo sobrenatural que tienen su hermano y su padre. Nunca entendió la obsesión de su padre por educarlos como a guerreros, ni por qué no podía ser como los otros chicos. Finalmente los abandonó para ir a la universidad y tratar de llevar una vida normal, pero cuando su padre desaparece acepta ayudar a su hermano en la búsqueda. Al contrario que Dean, Sam es reservado, serio y formal, y la personalidad de su hermano le suele sacar de sus casillas a menudo.

Lo bueno de estos personajes es que no se quedan en el estereotipo. Por un lado Sam es el estudioso y el responsable, pero la oveja negra de la familia. Dean, en cambio, es un bala perdida que en realidad es el hijo perfecto. Y como debe ser, ambos van adaptándose según avanza la trama, evolucionando, de manera que Sam no está todo el tiempo lloriqueando porque quiere una vida normal (véase Buffy y Embrujadas), y Dean no está todo el tiempo encantado de ser un cazador (cosa que tampoco sería muy creíble). Tampoco ninguno de los dos representa "el ejemplo a seguir", sino que sencillamente son dos chicos que llevan su carga como pueden. Juntos atraviesan momentos difíciles, a veces mucho, y es fácil identificarse con ellos, comprender cada cosa que hacen, cada decisión que toman acertada o no. No se rinden ni abandonan a nadie, y si tienen que jugar sucio... pues lo hacen y punto. Ellos no son los Elegidos, no tienen superfuerza, ni magia en las venas, son humanos normales y corrientes que luchan con lo que tienen a mano. Lo mejor, que son hermanos y se comportan como tales: incordiándose, discutiendo, apoyándose, defendiéndose y volviendo a discutir. Siempre conscientes de que sólo se tienen el uno al otro.

Una serie que merece la pena, con un tratamiento de lo sobrenatural muy digno (mezclan hechizos antiguos, símbolos, tradiciones, folcklore y leyendas urbanas, y siempre de forma bastante seria, sin tomarlo a la ligera), momentos verdaderamente inquietantes, y en general muy bien hecha. Recomendada a todos los amantes del género, y los que no sean amantes... ¡probad algo diferente por una vez, maldita sea!

3 comentarios:

General Failure dijo...

La tengo pendiente para el verano, tanto tu como Anguelique me habéis hablado bien de ella y eso es garantía de calidad.

Por cierto, bienvenida de vuelta (Welcome Back) , no se donde estabas, pero has hecho un articulo muy bueno. Me he reído mucho al principio.

Lacrimosa dijo...

Pues ya ves, por ahí estaría en el limbo XD

anonimo dijo...

Angelique..esa soy yo!!! Siiiiiiiiii sobrenatural mola...si ya lo dije....jajajaja ,ahora vas lo cascas ;-)

La verdad es ke estoy lgo perdida con las series tengo ke empezar la 3 de sobrenatural y terminar la 2 de Heroes...ke estoy algo desconcentrada estos ultimos tiempos....